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Raffael Medina, adelanta con el poemario «Los Pétalos del Arco Iris» una nueva excursión en los campos floridos del verso. Con este logro literario continúa su reconocida trayectoria donde se destaca su anterior libro. Memorias del Corazón y refulgen sus composiciones Himno al Maestro, Himno al Estudiante de su disco cultural Imprescindible, loable e insular esfuerzo éste, llevado al pentagrama donde afloran sus dotes de juglar para cantarle a la vida. Para él, es fácil acudir al verso como su usual y presta expresión, le bastó haber nacido en el mismo entorno de Oscar Delgado, le bastó desamarrar su inquieta y arcoirisada imaginación; por eso en él, no se halla el hombre rutinario que intenta ser poeta, sino al poeta que hace continuos esfuerzos para adaptarse al llano trafalgar del hombre. De allí que su poesía colinda con la más sutil inspiración al decir:

Cuando la tarde liberé bostezos presagiando cansancio y la soledad recueste sus labios a los tuyos, olvídate de mí.

Y con la misma vena literaria hace un giro de cotidianidad y construye el poema Estoy Cansado. Por estos polos líricos, por estos extremos que no son más que la constancia vivencial de un ser comprometido íntegramente con su rol histórico, su creación a veces asciende al Olimpo metafórico; y otras se pasea cruda sobre la realidad asfixiante del poeta hombre.

ROMER BORBUA OLASCOAGAS. MD.
Escritor

Estos versos de Raffael Medina, íntegros de emoción y ansia por manifestar la existencia del ser en el diario vivir como en el amor: demuestra la capacidad aún perseverante – de los nautas del viejo río de la Magdalena, de expresar el vibrante ritmo del silencio la palabra y la voz. Su poesía fluye fácil, sin rebuscamientos, reduplicante, con dejos provincianos, pero con la sinceridad caracterizante del poeta.

Y aunque dista de la música y el lenguaje invisible de su coterráneo Oscar Delgado, surge dentro de los de su época evocando nuevos sonidos, nuevas formas, guardadas en su mente como en un antiguo acordeón

RAFAEL DARÍO JIMÉNEZ.
Escritor

SOY

Soy
un verso que surge del silencio
una voz en la superficie de un sueño

Soy
un niño que muere cada tarde
el día que nace al pestañear tus ojos.

Soy
la noche que empieza al flamear tu pelo
la miel que surte tus panales

Soy
una incisión en el tiempo
los escombros de tus sueños

Soy
un retazo de existencia
sin existencia

Soy
el verso de un poema
que no he podido escribir

Soy
más tuyo que mío

Soy
lo que nada ha sido

MADRE MÍA

madre mía.

ya no necesito de mis ojos para verte
ni de la emisión de tus palabras para oírte
no necesito del corazón para quererte
ni de tu presencia para sentirte.

Solo necesito

que vivas para poder vivir
que cantes para poder cantar
que rías para poder reír
que llores para poder llorar.

Porque

la única razón para vivir, es que tú vivas
la única razón para cantar, es que tú cantes
la única razón para reír, es que tú rías
la única razón para llorar, es que tú llores.

Otra vez tú
como la sombra que nubla mis ojos
como el sicario que mata mis sueños
como el eclipse que eclipsa mi lumbre

Otra vez tú
como la sierpe que muerde mi alma
como el silencio que calla mis labios
como el ave que rapta mi nido.

Otra vez tú
como el tímido gesto de una espina
consignando recuerdos lacerantes
como el germen que sega vida
como la cuerda que ahorca esperanzas

Otra vez tú
como el fuego que quema mis manos
como la piedra que impide caminos
como el tornado que asuela mi selva

Otra vez tú
como libélula que turba mi cielo
como una incisión en el tiempo
remendando pensamientos

NO PIDAS

No pidas a la vida que ría
ella perdió sus labios
ríe tú a la vida
antes que pierdas los tuyos.

No pidas a la vida dulzura
ella perdió su miel
endulza sus amarguras
con retazos de querer

No ruegues a la vida que te ame
ella perdió el corazón
ámala tú a ella
si aún tienes amor

No esperes que la vida te cante
ella perdió su canto
cántale tú a la vida
antes que pierdas el tuyo

no pidas a la vida que te alegre
ella perdió su alegría
más bien alegra su vida
con besos de poesía

EL HOMBRE

El hombre
condena al hombre
contamina el aire y el ambiente
condena aves y peces.

El hombre
tuerce el cauce del río
cambia la dirección al viento
altera el relieve al suelo
ahorca sus propios sueños.

El hombre
profana el cielo
birla el sueño a la flor
extingue la fauna
tala la flora.

El hombre
tonsura la tierra
trasmuta la faz del hombre
frustra el camino al oleaje
retarda el curso del río.

El hombre
viola el espacio
turba el silencio
perturba la traslación de la tierra
conturba la rotación de la misma
desintegra nubes
cansa a la bestia.

El hombre
predador incesante
insaciable, incongruente,
viola el seno al fontanar
surte de veneno a la sierpe
decapita sueños y horizontes.

El hombre
emigra a la luna a prostituirla
cría el pollo para mamárselo
cría el asno para montarlo
siembra el árbol para disfrutar su sombra
cría el hijo para que le recoja.

El hombre
es una caspa, dicen los Ñeros
un animal corrompido, dijo Rousseau
es un lobo para el hombre, dijo Hobbes.

El hombre
increpa, denigra, confabula,
objeta y censura
fornica y masacra.

Pero
del hombre que hablo
no es el que dice eche no joda
tampoco el que dice tons qué papá
ni el que dice su persona.
No; ese es la bestia cansada
la fauna extinguida, la flora talada,
la vida sin vida.
Hablo de los gringos hijueputas
sin escrúpulos ni moral
para mostrarse como paradigmas.

OLVÍDATE DE MÍ

Cuando el Sol se oculte negando luz
a un anciano y tus manos se nieguen
a sujetar una flor que trastabilla
olvídate de mí

Cuando una flor abra sus pétalos
para nutrir un colibrí y el árbol pierda
su follaje para nutrirse a sí mismo,
acuérdate de mí

Cuando las libélulas despliegen sus alas,
para volar en tu cielo y el río tuerza
su cauce en busca de tus senos
olvídate de mí

Cuando tus ojos alumbren el sendero
a un niño y el sueño junte tus pestañas
para soñar con un anciano,
acuérdate de mí

Cuando en el arco de tus pestañas
surja una lágrima y haga naufragar
la barca con mis sueños a bordo y el
néctar de tu flor se niegue a nutrir mi colibrí,
olvídate de mí

Cuando el viento pierda sus alas para eludir
una queja y las manos palenqueras tejan
tu trenza para calmar su bostezo con tu limosna,
acuérdate de mí

Cuando tus piernas permitan que el falo
preñe tu conciencia en un salto de luceros
y prestes tus venas para narcotizar un cerebro,
olvídate de mí.

Cuando tu amor sobreviva a las inclemencias
bíblicas y las luciérnagas prescindan de la
sombra para ostentar su lumbre,
acuérdate de mí.

Cuando tus tinieblas apaguen el enjambre
de cocuyos que alumbran mi pensamiento
y tu penumbra sonría humillando mi relámpago,
olvídate de mí

Cuando la luna se bañe en el fango del rostro
de un gamín y la mar te empuje a la orilla
frustrando el naufragio en sus olas pordioseras,
acuérdate de mí.

Cuando un risco de mar salte a tus labios
en busca de paz y muera al intento y las meretrices
subasten sus senos a los mercaderes del sexo,
olvídate de mí

Cuando la guitarra regurgite retazos de
pentagrama y el Sol quede pensativo tras
una nube de escarcha, acuérdate de mí.

Cuando tus senos tiriten deseando calor
de otros labios y una mirada infame
se esconda en tus pestañas, olvídate de mí.

Cuando la noche deboque su relámpago
en el nubarrón de tu pelo y tus ojos besen
la mejilla de una flor, acuérdate de mí.

Cuando la tarde libere bostezos
presagiado cansancio y la soledad
recueste sus labios a los tuyos,
olvídate de mí

ILUSIÓN

Escogí los versos
más sublimes
para tu poema.
Escogí:
Luz; vives en mí
sin estar conmigo,
te llamo, escucho tu voz
y compruebo que existo.
Mis versos caen en tus labios
y para escucharlos,
se alargan tus oídos.

Escogí los versos
más sutiles,
para tu poemario.
Escogí:
Me hablas y te llevas mi nombre
enredado en tus labios
y en tu piel mis palabras
inventan diccionarios.

Escogí los versos
más dulces,
para tu poesía.
Escogí:
Siento el perfume de tu cuerpo
y aunque de otro, eres mía.
Quiero tumbar el muro
que nos distancia,
para escribir en tu mano
la última poesía.

Escogí los versos
más musicales,
para decir, te amo.
Escogí:
Te amo sin amarte
te tengo sin tenerte
te beso sin besarte
te quiero sin quererte.

Escogí los versos
más tiernos para tu elegía.
Escogí:
Cuando Dhios inventó tu cuerpo
Adán no existía
Tampoco existía el ofidio
de la tentación impía.
Dhios inventó tus senos
en el octavo día,
yo en vez de inventarlos
los imaginaría
¡Ah!
la única realidad posible.

SOLO PIENSO

Solo pienso
cuando pienso en ti.

Y cuando en ti pienso
la tiniebla huye, el día empieza
el dolor decrece, la alegría alegra
el mundo gira, los labios besan
la tristeza marcha, la alegría llega.

Cuando pienso en ti
El verano acaba, el invierno empieza
la violencia muere, la paz comienza
el río fluye, el mar olea
la flora flora, la fauna alegra.

Cuando en ti pienso.
La luna alumbra, el Sol trasnocha
ríe la vida, la muerte llora
el río crece, la vida abunda
el sueño sueña, ríe la risa.

Cuando pienso en ti.
Crece la flora, la tala expira
el dolor recrea, las penas deleitan
Dhios me besa, Santán se ahuyenta
nace un niño, muere un sicario

Pero.

Cuando no pienso en ti
ni en ti pienso
no existo, he muerto

ESTOY CANSADO

Estoy cansado
de tantos amaneceres sin sonrisa
de tantas tinieblas en mis ojos
de tantas vidas sin vida
de tantos animales enjaulados.

Estoy cansado
de tanta hostilidad proferida
de tantos caminos sin caminos
de tantas frustraciones seguidas
de tanto vivir por instinto.

Estoy cansado
de tanta violencia en mi patria
de tantos crímenes sin justicia
de tantos culpables absueltos
de tantos prisioneros inocentes

Estoy cansado
de tantos mendigos en las calles
de tanta pleitesía a los gringos
de tantas iglesias sin dioses
de tanto terrorismo

Estoy cansado
de tanto secuestro en mi patria
de tanta extorsión y terrorismo
de tantos padres sin lágrimas
por el secuestro de sus hijos

ME VALÍ

Me valí de los grafemas
para hacer las palabras.

Me valí de las palabras
para hacer los versos.

Me valí de los versos
para hacer un poema.

Me valí de los poemas
para hacer un poemario.

Me valí del poemario
para decir te amo.

Y me valí de los sueños
para besar tus labios.